Ser joven significa luchar por un mundo mejor. Si esto no funciona mejor que aquello, si no tenemos mejor que aquello, pues tenemos que irnos a él. Cambiaremos nuestra forma de pensar. Cambiaremos nuestra idiosincrasia. Cambiaremos nuestro gobierno, elegiremos uno por el más capaz, por el que sabe hacer las cosas bien, por el que haya estudiado, por el que se preocupa por su gente y por sus comunidades, no por el que esté bajo el capricho y voluntad de unos cuantos. El que está mal no es la gente ni los recursos. La única cosa diferente es nuestra actitud, así que debemos cuidarnos sin caer en la tentación de adoptar los caminos ya hechos, es decir, que seamos autónomos.
Está bien. No nos interesa realmente como pueblo qué tipo de autoridad tenemos y qué tan bien funciona, es decir, si se elige por usos y costumbres o por partidos, sino que sepa dirigir efectivamente la administración de un ayuntamiento con honestidad, con capacidad, con vocación de servicio y que sepa elegir por sí mismo con perfecto autocontrol de su conducta, es decir, respeto por el deber.
Para eso es una autoridad, para que se preocupe por nosotros. Para que haga bien las cosas ¿Ideología? Eso no es importante. La práctica, eso es lo importante.
¿Esta autoridad ha sido suficiente para el pueblo? Esta autoridad no ha sido lo suficiente. Así que renunciemos a los partidos políticos (representan intereses, división, imposición y retroceso) y abandonemos a los promotores de usos y costumbres (representan vicios y corrupción), le damos la bienvenida el progreso y la modernidad, las ideas e innovación de la tradición. Que la gente vote por su destino y que los jóvenes se organicen para luchar por un mundo mejor.
No es seguro que haya un modelo, no creo que copiar la costumbre de los xiyes (los que no hablan el mazateco) o los chamizos (los albureros de la ciudad) en cada pueblo es una cosa buena.
¿Habrá algún reto mayor para un joven que amar sin limitaciones, amar sin reciprocidad, amar sin esperar nada, amar dando lo mejor? ¿Qué requiere una nación, una nación requiere seres que amen su tierra, seres que amen su lugar, seres que amen su origen. ¿Jóvenes, qué es esta tierra? Es increíble, yo les pregunto, ¿qué nos ha dado Zoquiapam?, pregúntense, ¿qué nos ha dado Zoquiapam? Zoquiapam nos dio unos padres, nos da alimento, nos ha dado un espacio, Zoquiapam nos hizo una opción, es nuestro espacio, nuestro lugar, nuestro presente, nuestro porvenir, Zoquiapam es nuestro, ésta es nuestra nación, de nadie más, si alguien dice que es suyo está en un gran error. Pero tenemos un problema grave, la falta de congruencia, ¿qué significa? Que hay algunos jóvenes o adultos que traen unos rollos impresionantes. ¿Qué es lo más difícil? Sé congruente con tu rollo, a ver, lo que dices conviértelo en realidad, lo que protestas hazlo acción, eso en lo que dices no estar de acuerdo, impleméntalo, comprométete, hazlo, decídete, no me vengas con cuentos, hazlo.
Esta tierra es nuestra, origen de nuestros abuelos, origen de nuestra libertad, nos debemos preguntar finalmente, ¿Zoquiapam ha sido bueno con nosotros?, ¿yo seré acaso bueno para esta nación?, ¿me merece esta nación?, ¿me mereceré este espacio? El que no deje un mundo mejor, el que no trabaje para este municipio, el que predique con engaños y falsedades, es un ladrón. Reto que debemos afrontar.
El pensamiento refleja el alma en una sola cosa, la acción es el espejo del alma, no me digas lo que eres, demuéstrame lo que eres capaz de hacer, no me digas todo lo que piensas, hazlo, realmente, demuéstrame tu poder, tu talento, tu fuerza, tu decisión, ¿en qué?, en hechos, lo demás es puritito rollo, lo demás nada más suena muy bonito, pero no es parte de la realidad de un ser, por eso, el reto mayor de un joven, el reto mayor de un adulto, es buscar la CONGRUENCIA, de lo que decimos, de lo que hacemos; realmente dedicar nuestra vida a la acción, a la lucha, al pensamiento que deseamos realizar, ahí está la gran diferencia. En relación con una lucha, pero para ello se requiere una característica fundamental, solamente el que se compromete, ¿por qué?, porque amar es renunciar a cierta parte de la libertad, es hacerme responsable del otro, es darme al otro responsablemente, es renunciar a muchos espacios, debo respetarte, debo considerarte, te debo proteger, ahí entramos al mundo del amor.