El respeto propio de los pueblos originarios implica una confianza en la propia capacidad, en la medida en que ello depende del propio poder, de realizar las propias intenciones. Sin él, todo deseo y toda actividad se tornan vacíos y vanos, y nos hundimos en la apatía y en el cinismo ladino. Nada parece digno.
jueves, 31 de diciembre de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario